Contenido
- Los mejores consejos para guardar cartuchos de tinta cuando no se les está dando uso
- 1. Protégelos del verano
- 2. Protégelos del frío
- 3. Imprime a menudo
- 4. Guarda los cartuchos de tinta en el lugar correcto
- 5. Haz una limpieza de cabezales
- 6. Nunca almacenes la tinta en estado vertical
- 7. Ten en cuenta el tiempo de conservación de los cartuchos
- 8. Mantén los cartuchos sellados el máximo tiempo posible
- ¿Por qué se seca la tinta de mi impresora?
- ¿Cómo afecta la temperatura a los cartuchos de tinta?
Los fabricantes de impresora recomiendan utilizar el periférico a menudo para que no se sequen los cartuchos. Existen algunos métodos que pueden solucionar este problema, pero no servirán de nada si se han secado mucho. Llegados a este punto, tan solo podremos comprar recambios nuevos.
Habrá que asegurarse de que los cartuchos se están conservando en las condiciones correctas. Por ejemplo, las temperaturas demasiado altas o bajas podrían llegar a dañarlos.
Sin más dilación, te vamos a dar algunos consejos que te enseñarán como guardarlos correctamente cuando no se están utilizando.
Los mejores consejos para guardar cartuchos de tinta cuando no se les está dando uso
1. Protégelos del verano
La temperatura de almacenamiento de los cartuchos tendría que ser de unos 20ºC aproximadamente. Si la temperatura se eleva por encima de 40ºC podríamos tener problemas, ya que podrían estropearse sin remedio.
La gran mayoría de nosotros estamos de vacaciones cuando llega el verano, por lo que no imprimimos tan a menudo. Por un descuido, podemos llegar a guardar los cartuchos en un lugar demasiado caluroso.
Revisa el lugar y asegúrate de que cumple con unas condiciones de conservación mínimas.
2. Protégelos del frío
Si las temperaturas bajan mucho se producirá un cambio en la tinta líquida, sobre todo, en la calidad de la impresión.
En el caso de que la temperatura baje más, llegando a un frío extremo, se podría obstruir el cabezal o afectar a la textura de la tinta.
También conviene comprobar la humedad relativa del ambiente: debería estar comprendida entre un mínimo de un 20% y un máximo de un 80%. Si excede estos intervalos, podemos probar a usar un humidificador o un deshumidificador para subir o bajarla, según se necesite.
Otro elemento que nos puede funcionar es un termostato para verificar los niveles de temperatura y humedad en todo momento, determinando así si son correctos.
Como ya hemos comentado al principio del artículo, es más que recomendable imprimir con una cierta frecuencia. Por lo menos, deberían imprimirse un par de páginas a la semana. Así evitamos que la tinta residual que queda en cada impresión se vaya secando, hasta el punto de que se seque el cartucho.
No hace falta imprimir documentos muy complicados: con algo sencillo será suficiente para que se mueva el mecanismo y evitar muchos problemas.
Hay impresoras como las Brother o las Epson que si están encendidas a corriente o se encienden regularmente, ellas solas hacen un pequeño mantenimiento limpiando sus inyectores.
4. Guarda los cartuchos de tinta en el lugar correcto
Si no vas a poder imprimir durante un tiempo determinado, quizá sea una buena idea sacar los cartuchos de la impresora y guardarlos en un lugar para evitar que las condiciones del medio puedan afectarles.
- Usa un recipiente de plástico que sea hermético. Introduce el cartucho asegurándote de que los inyectores quedan hacia arriba.
Coloca al lado un paño húmedo o una esponja; con esto se pretende recrear unas buenas condiciones de humedad en el interior, para evitar que se seque. No mojes demasiado el paño o la esponja, ya que las condiciones de humedad serían extremas. - Este recipiente tendrá que ser almacenado en un lugar fresco, lejos de la luz directa del sol. Por supuesto, la temperatura de conservación tendrá que ser de 20ºC y evitar las corrientes de aire o cambios de temperatura extremos.
5. Haz una limpieza de cabezales
Ya sea porque le has dado un buen rendimiento a la impresora, como si llevas algún tiempo sin imprimir, es posible que se vaya acumulando tinta que pueda afectar a la calidad de la impresión. Llegados a este punto, habrá que hacer lo que se conoce como una limpieza de cabezales.
Este proceso es muy sencillo, ya que las impresoras lo tienen de fábrica. Puedes ejecutarlo desde el software del sistema operativo, o desde la propia pantalla del periférico.
Dependiendo del caso, es posible que tengas que ejecutarlo varias veces para conseguir una buena limpieza.
Al terminar el proceso se imprimirá una prueba de impresión en donde podrás comprobar la calidad de la tinta.
Importante: no se recomienda hacer una limpieza de cabezales cada poco tiempo debido a que en este proceso se gasta una cierta cantidad de tinta. Si se abusa del proceso, el gasto puede ser bastante elevado.
6. Nunca almacenes la tinta en estado vertical
Uno de los errores más graves que podemos cometer a la hora de conservar la tinta es colocarlas en vertical. Solemos hacerlo porque de esta forma estamos optimizando el espacio, pero también estaremos provocando algo irreparable.
Por ejemplo, hay una posibilidad de que la tinta pueda salirse del cartucho.
Algunos fabricantes aconsejan que el cartucho se ponga con el cabezal de impresión hacia arriba, sobre todo aquellos que tienen más de un color.
Siempre y cuando sea posible, es recomendable no almacenar más de un cartucho dentro del mismo recipiente. Esto es debido a que, si se escapa la tinta de uno de ellos, y se mezcla con el otro cartucho, los dos pueden quedar inutilizables.
7. Ten en cuenta el tiempo de conservación de los cartuchos
- Los cartuchos nuevos, siempre y cuando permanezcan completamente sellados, pueden tener una duración de 2 años o más. Sin embargo, habrá que consultar las condiciones de la marca para saber el tiempo con detalle.
- En el caso de los cartuchos ya abiertos, se podrán almacenar un máximo de 6 meses, siempre y cuando se sigan las condiciones adecuadas para ellos.
Además de controlar la temperatura y humedad, el mejor lugar de conservación es un lugar oscuro.
- Recomendación: es mejor guardar el recipiente con los cartuchos de tinta en lugar que no sea necesario abrir a no ser que se quiera volver a imprimir.
8. Mantén los cartuchos sellados el máximo tiempo posible
Aunque es de sentido común, no se deben abrir los cartuchos hasta que no necesitemos darles usos. La mejor forma de conservarlos en perfectas condiciones es con la funda de plástico que traen de serie. Con este recubrimiento se evita la exposición con el aire, que será el elemento que secará la tinta.
En el caso de que se haya sacado el cartucho de tinta de la funda de plástico y no se tenga acceso a las herramientas para sellarlo de nuevo, podemos utilizar una bolsa de transporte y sellar con una banda elástica.
En definitiva, el correcto almacenamiento de los cartuchos de tinta puede incrementar la duración de las mismas. Sin embargo, también es muy importante que la impresora se cuide de la forma adecuada. Si no se emplea durante mucho tiempo podrían producirse problemas por derrame de tinta o se puede apelmazar el polvo de tóner.
Con estos consejos te será fácil guardar los cartuchos de tinta cuando no se usan.
¿Por qué se seca la tinta de mi impresora?
Es cierto que siempre puedes comprar cartuchos compatibles con tu impresora, pero incluso así puede ser bastante molesto tener que tirar cartuchos que apenas se han empleado. Eso es porque cuando la tinta se seca, no es lo único que se seca. Además, los inyectores de tinta de los propios cartuchos suelen obstruirse y su limpieza no suele ser una tarea fácil para el usuario. Por no hablar de que algunos fabricantes pueden hacer que su impresora sea incompatible con los cartuchos compatibles desde el primer día.
¿Cómo afecta la temperatura a los cartuchos de tinta?
Pues mira, les pasa un poco como a nosotros: cuando hace calor, se quejan. Cuando hace frío, se quejan también. Vamos, que no están contentos con nada, oye. La cuestión es quejarse siempre 😒.
Aunque la verdad es que tienen sus motivos para quejarse, porque tanto el calor como el frío extremos les hacen pupita 😢:
🏜️ El calor puede secar la tinta o alterar sus componentes.
❄️ El frío puede hacer que se obstruya el cabezal o que la textura de la tinta se deteriore.
¿La solución? Como si estuvieran en Canarias: primavera eterna 🌷. Les gusta una temperatura de más o menos 20º C y una humedad de no menos del 20% y no más del 80%. (Son valores orientativos, eh, no hace falta que instales una estación meteorológica al lado de la impresora).
¿Tienes más dudas sobre cómo mantener la calidad de tus cartuchos en el top? Contáctanos y estaremos felices no, lo siguiente, de atenderte 😍.
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