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Cómo mejorar la calidad de impresión (y evitar que tu documento parezca arte abstracto sin quererlo)

Imprimir parece fácil: le das a «Ctrl + P» y listo. Pero claro, luego ves el resultado y piensas: «¿Esto es un informe o un test de Rorschach?» Porque sí, una mala calidad de impresión puede hacer que hasta la lista de la compra parezca sacada de una cueva prehistórica.

Si alguna vez te ha pasado que las letras salen borrosas, los colores parecen sacados de una peli antigua o tu impresora decide marcar líneas misteriosas en todos los documentos, este artículo es para ti.

Aquí van unos trucos infalibles para mejorar la calidad de impresión y que tu impresora deje de jugar al despiste.

una mala calidad de impresion puede hacer que hasta la lista de la compra parezca sacada de una cueva prehistorica

1. Usa un buen cartucho (o tóner)

Si tu impresora imprime como si estuviera viendo borroso, el problema puede estar en la tinta. Un cartucho de mala calidad es como intentar escribir con un boli sin tinta: frustrante y poco efectivo.

Pero tampoco hace falta empeñar un riñón en cartuchos originales. Los compatibles de calidad, como los que vendemos en Quecartucho, ofrecen el mismo resultado a un precio mucho más sensato. Si quieres ahorrar sin sacrificar calidad, ya sabes dónde mirar. Ahí lo dejamos…

2. Ajusta la configuración de impresión (y deja de vivir en modo automático)

Tu impresora tiene opciones más allá de «imprimir y rezar». Revisa la configuración y ajusta la calidad de impresión. Si estás imprimiendo fotos, usa la opción de alta calidad. Si solo necesitas un documento rápido, modo borrador.

Y si te estás preguntando dónde están esas opciones, pues en el cuadro de impresión, antes de darle al botón de imprimir con fe ciega.

Por cierto, si buscas trucos específicos para imprimir fotografías con calidad, te dejamos este artículo con 5 consejos muy útiles 👉 Haz clic aquí


3. Usa el papel adecuado (sí, importa más de lo que crees)

No, todo el papel no es igual. Imprimir una foto en un folio cutre es como echarle ketchup a un buen filete: un crimen.

Si vas a imprimir documentos normales, un papel estándar va bien, pero si quieres que las imágenes salgan con color y nitidez, usa papel fotográfico o de alta calidad. Te sorprenderá la diferencia.

Que, a todo esto… Si necesitas papel del bueno, por aquí tenemos a raudales 😎

4. Cuida tu impresora (porque no es inmortal)

A ver, no es que sean plantas, pero las impresoras también necesitan mantenimiento. Si llevas meses sin hacerle caso, puede que los cabezales estén más secos que un filete de cecina muy hecho.

Hazle una limpieza de cabezales desde el menú de la impresora y evita que la tinta se seque imprimiendo algo de vez en cuando. No hace falta que sean obras maestras, con un par de hojas de prueba al mes es suficiente.

Cuida tu impresora

5. No imprimas con la tinta en las últimas (a menos que te guste el efecto vintage)

Cuando el nivel de tinta está bajo, la impresora empieza a imprimir con poca alegría y menos ganas. Los colores salen apagados, las letras desvaídas y la calidad en general se va a tomar… un descanso.

Si ya notas que los documentos no salen como deberían, no esperes al último suspiro del cartucho. Ten siempre un recambio a mano y evítate el susto. Y si te despistaste, que no cunda el pánico. En Quecartucho somos como Speedy González.

La cuestión es: imprimir bien no es magia (pero casi)

Si sigues estos consejos, tus impresiones dejarán de parecer hechas con una impresora matricial de los años 90. Y recuerda, un buen cartucho, un papel decente y un poco de mantenimiento hacen maravillas.

Y si necesitas cartuchos compatibles que impriman bien, duren y no te arruinen, en Quecartucho los tienes esperándote. Haz clic y échale un ojo antes de que te toque imprimir ese documento importante y la impresora decida arruinarte el día. 😉

cartuchos de tinta compatibles de calidad

Manuel Garrido