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Papel térmico: el rollo (casi milagroso) que imprime con calor

Y sin tinta. Sí, sí, has leído bien: imprime sin tinta. Pero, empecemos por el principio, que suele ser la mejor forma de empezar.

¿Qué es el papel térmico?

El papel térmico es ese rollito blanco que ves en el datáfono, en la caja del súper o en la báscula de la frutería. No lleva tinta ni tóner, y aun así imprime. ¿Magia potagia? No. Más bien se trata de química aplicada. Este papel especial está recubierto con una capa sensible al calor que cambia de color (y no al revés 😁) cuando se calienta.

Cómo funciona el papel térmico (y por qué acercarle un mechero no es buena idea)

Dentro de una impresora térmica, un cabezal con microcalentadores aplica calor sobre el papel. Donde hay calor, aparece la marca. Donde no, el papel sigue blanco. Todo va sobre temperatura y precisión.

El secreto está en sus capas:

  1. Base de papel: la estructura sobre la que se monta todo.
  2. Capa protectora: evita que se estropee con el roce o la humedad.
  3. Capa térmica: la rockstar del espectáculo. Contiene colorantes y sensibilizadores que reaccionan al calor y generan el texto o la imagen.

Cuando el cabezal calienta zonas concretas, esas sustancias se activan y forman el color (normalmente negro). Resultado: letras perfectas en milésimas de segundo.

Por qué se oscurece el papel térmico (y es el motivo por el que no debes dejar el ticket en el coche)

El papel térmico reacciona al calor, pero a cualquier tipo de calor, claro, no solo al del cabezal. Si lo dejas al sol, sobre un radiador o debajo del portátil, la capa sensible puede activarse y oscurecerse. Por eso los tickets viejos acaban pareciendo pergaminos de cuando los faraones: el calor y la luz los degradan.

Así que si te preguntas cómo guardar el papel térmico para que ese ticket del televisor que le has regalado a tu suegra no se estropee (por si tienes que reclamar y esas cosas) ya sabes: lejos del sol y la humedad. Y si quieres un consejillo práctico: hazle una foto a cualquier ticket que necesites conservar durante mucho tiempo.

Usos del papel térmico (y por qué está en todas partes)

El papel térmico se usa más de lo que imaginas:

  • TPV y datáfonos: tickets de compra y recibos de pago.
  • Básculas comerciales: etiquetas con peso y precio.
  • Cajeros automáticos: recibos de operaciones.
  • Máquinas de parking: sí, esos recibos que tienes que darle 3 veces al botón “Recibo” para que te saque el ticket… 🙄.
  • Etiquetas logísticas: en envíos y almacenes.

Su rapidez y bajo coste lo hacen ideal para entornos donde se imprimen cientos de documentos al día.

Ventajas y desventajas

Porque no, nada es perfecto, y el papel térmico no iba a ser menos.

Ventajas:

  • No necesita tinta ni tóner.
  • Es rápido, silencioso y limpio.
  • Mantiene una buena calidad de impresión.

Desventajas:

  • Se degrada con el calor y la luz.
  • No es apto para conservar documentos importantes.
  • Si usas papeles de baja calidad, se pueden volver grises o pegajosos con el tiempo.


En resumen, el papel térmico es una de esas tecnologías que pasan desapercibidas pero hacen que el mundo funcione. Imprime sin tinta, con precisión y a toda velocidad. Solo necesitan un poco de calor (el cariño es opcional) y el buen cabezal de una buena impresora de tickets.

Y claro, si te preguntas dónde comprar papel térmico, pues hombre, la respuesta es obvia…

¡En quecartucho.es !

Manuel Garrido