Contenido
- ✅ ¿Cuáles son las ventajas de rellenar cartuchos de tinta?
- ⛔ ¿Qué inconvenientes tiene rellenar cartuchos de tinta?
- 1. La tinta te puede manchar
- 2. No todas las tintas son iguales
- 3. Obstáculos a la hora de rellenar el cartucho
- 4. Problemas con inyecciones secos
- 5. No siempre es fácil encontrar un cartucho rellenable
- 6. La impresora requerirá de un mayor mantenimiento
- 7. Requiere de prueba y error hasta encontrar el procedimiento correcto
- Entonces… ¿Vale la pena rellenar los cartuchos?
La tinta es uno de los líquidos más caros que hay en todo el mundo. Los fabricantes de impresoras ofrecen sus dispositivos a precios asequibles que se adaptan a todo tipo de usuario. El problema viene en el momento en el que hay que comprar los consumibles (es decir, nuevos cartuchos).
Son caros precisamente porque de ellos es de donde los fabricantes sacan el beneficio, por lo que muchas de las impresoras se venden con pérdidas.
Debido al elevado precio de los cartuchos, muchas personas deciden rellenarlos por su cuenta o en lugares especializados.
Pero… ¿Realmente merece la pena hacerlo? Vamos a llegar al final de esta cuestión a lo largo del artículo.
✅ ¿Cuáles son las ventajas de rellenar cartuchos de tinta?
1. Nos permite ahorrar
La razón principal por la que decidimos rellenar cartucho de tinta es por el ahorro que entraña. Podemos encontrar precios que suponen el ahorro de más de un 50% en comparación con lo que pagaríamos por un cartucho convencional. Teniendo en cuenta cómo está la economía, no es un ahorro a tomarse a broma.
Muchos cartuchos se pueden comprar de marcas blancas, permitiendo un ahorro también considerable en comparación con lo que costarían de fábrica. También es posible encontrar tinta para rellenar de la propia marca o de marca blanca, siendo la última la más económica.
Importante: al coste total habrá que añadirle el servicio de recarga de la tinta, en el caso de que no lo hagamos por nuestra cuenta.
2. Permite aprovechar impresoras antiguas
Cuando una impresora se lanza al mercado tiene un determinado tiempo de vida útil. Ya no solo por los componentes que tiene, sino porque sus cartuchos dejarán de fabricarse tarde o temprano.
Es decir: no será posible encontrar consumibles en ninguna tienda, ni tan siquiera si acudimos directamente a la marca. La única opción que nos quedaría sería jubilarla y comprar una impresora nueva.
Por fortuna, al rellenar cartuchos de tinta podemos darle una nueva oportunidad a la impresora. Puede ser muy interesante para aquellas personas que no quieren renovar la impresora o que no tienen presupuesto en este momento.
Habrá que revisar si el proceso de rellenado es intuitivo con esos cartuchos; puede que estemos hablando de unos tipos tan arcaicos que quizá valga la pena enviar la impresora a reciclar y adquirir una económica.
3. Fáciles de rellenar
El proceso de rellenado suele ser bastante sencillo; habrá que extremar la precauciones y proteger la ropa, ya que se podría llegar a manchar y sería difícil eliminar este tipo de manchas.
Este es el proceso que se debe seguir para llevar a cabo el rellenado:
1) Antes de nada, tendremos que identificar el modelo de la impresora para así determinar cuáles son los cartuchos compatibles. Esto nos permitirá saber si existen cartuchos rellenables o si se puede comprar la tinta de manera independiente.
2) Debes tener varias jeringas (para cada uno de los colores). Dependiendo del sistema que utilice el cartucho para rellenado, podemos encontrar diferentes formas de hacerlo:
- Cartuchos con tinta embebida en la esponja: para proceder con el rellenado tan solo habrá que quitar la pegatina de la zona superior, encontrar los agujeros e inyectar la correspondiente tinta con una jeringa. Si se trata de un modelo pequeño, habrá que extraer un poco de tinta para que la boquilla tenga una cierta fluidez. Lo más común es que se incluya un extractor para hacerlo.
- Tinta almacenada en forma líquida: estos cartuchos se pueden recargar empleando un aditamento que se incluye en los packs de relleno (se introducirá en el cartucho y se le insertará la tinta) o retirando al cartucho una pequeña bola de acero para inyectar la tinta.
Como dato de interés, antiguamente no era fácil encontrar cartuchos rellenables. La única forma de rellenar los cartuchos es haciéndole un agujero al cartucho (con una pequeña broca o una herramienta menos tosca). Este sistema era muy poco preciso y podría producir que todo el periférico se llenase de tinta.
4. Nos permite conservar una alta calidad de impresión
Algunas personas aseguran que la calidad que consigue un cartucho rellenable es inferior a la de un cartucho de marca blanca u original de la compañía.
Siempre y cuando se haya seguido el proceso correctamente y se hayan tomado las precauciones oportunas, la calidad será la misma, por lo menos en relación a la impresión de documentos. De aquí la importancia de dejarlo en manos de una empresa especializada si no se tienen los conocimientos ni los materiales necesarios para conseguir una impresión de alta calidad.
Si estamos hablando de imágenes de gran definición, aquí la cosa cambia sustancialmente. En algunas impresiones se pueden ver algunos cambios en la saturación de la tinta.
⛔ ¿Qué inconvenientes tiene rellenar cartuchos de tinta?
1. La tinta te puede manchar
El gran problema de la tinta es que mancha mucho. No estamos hablando de un tipo de mancha que se pueda quitar con facilidad; de hecho, es bastante posible que no llegue a irse nunca si te termina cayendo en la ropa.
El proceso en sí mismo es bastante sucio, por lo que no solo tendrás que llevar cuidado de no manchar tu ropa. Ante cualquier movimiento equivocado podrías llegar a salpicar cualquier cosa que tengas en casa, como podría ser un mueble, el ordenador, el teléfono móvil, etc.
El proceso de rellenado de cartucho requiere de algo de pulso y puntería para clavar la aguja de la jeringuilla en el lugar correcto. Una vez que lo hayas conseguido tendrás que encontrar el equilibrio perfecto para aplicar la suficiente presión y que salga la tinta, pero que no sea demasiado elevada y se pueda llegar a salir.
Durante este proceso podría pasar de todo.
2. No todas las tintas son iguales
Uno de los errores más habituales que nos encontramos al rellenar tintas es pensar que todas las tintas son iguales; es decir, que es exactamente la misma tinta la que te ofrece el fabricante que aquella que has comprado para rellenar en cualquier establecimiento.
Cada fabricante puede tener una fórmula de tinta diferente en comparación con lo que ofrece la competencia. Podemos encontrar diferencias importantes en criterios como viscosidad, el tamaño de cada gota, entre otras particularidades.
Esto tiene sentido, y es que la marca ha dedicado mucho tiempo y dinero para conseguir la fórmula perfecta. No la va a desvelar ni mucho menos va a dejar que la comercialicen otras marcas.
¿Y esto qué supone? Puede que la impresión no salga tal cual habías pensado, especialmente si se trabaja con trabajos de óptima calidad. Puedes ver más en nuestro artículo con todo lo que has de saber de la «Tinta de impresora«
3. Obstáculos a la hora de rellenar el cartucho
Muchas marcas implantan un sistema de seguridad a sus cartuchos con el objetivo de evitar que sean rellenados. Este procesador hace que el cartucho deje de ser reconocido por la impresora en cuanto se ha impreso una cierta cantidad de veces.
Por más que lo intentemos, estos cartuchos nunca los podremos recargar. Intentar hacerlo requerirá tanto tiempo y tantos recursos que no merecerá la pena.
Además, tan solo se aconseja rellenar la tinta en el caso de que estemos hablando de impresoras con 2 cartuchos. Si el número de cartuchos es superior, el proceso se complicará tanto que será mejor comprar un cartucho de tinta compatible nuevo o dejarlo en manos especializadas.
4. Problemas con inyecciones secos
Hay muchos problemas que podrían impedir que la impresora imprima y uno de los más comunes es el de los inyectores secos. Este error es común en impresoras que llevan mucho tiempo sin utilizarse o si imprimimos en condiciones extremas. Para evitar que ocurra, es mejor imprimir de vez en cuando.
Podemos llegar a pensar que nos hemos quedado sin tinta en la impresora, cuando el problema real es que los inyectores están secos. Por más que inyectemos tinta de la forma correcta, no servirá de nada: los inyectores seguirán atascados y la impresión seguirá apareciendo en blanco (incluso, podríamos llegar a agravar el problema).
Puedes probar a activar la función de limpieza a fondo de la impresora. Si, después de haber hecho la limpieza, los inyectores todavía están secos, es mejor dejar la impresora apagada toda la noche y revisar los inyectores al día siguiente. Si aun así no funciona, mírate nuestro artículo «¿Cómo limpiar un cabezal de impresión?«
Cuando se haya solucionado el problema podremos rellenar los cartuchos.
5. No siempre es fácil encontrar un cartucho rellenable
Cómo ya hemos visto en el listado de pros sobre rellenar cartuchos de tinta, la principal razón para hacerlo es el ahorro económico que conseguiremos. Sin embargo, existen ciertos factores que podrían acabar con dicho ahorro, haciendo que el proceso sea mucho más caro.
Por ejemplo, encontrar cartuchos rellenables para esa impresora en cuestión podría ser difícil, por no hablar de imposible. Esto ocurre en algunos modelos de marcas como Canon, HP, Brother o Epson.
La razón de ello es que crean cartuchos con una configuración complicada para evitar que sean replicadas. Así, la única forma será comprar cartuchos nuevos o de marca blanca.
Cómo solución, Canon y Epson han lanzado hace una impresora que se puede rellenar con un frasco de tinta. El coste del frasco oscila entre los 6-10€ y sirve para recargar el cartucho varias veces.
6. La impresora requerirá de un mayor mantenimiento
Otra de las cosas a tener en cuenta antes de rellenar cartuchos de tinta es el mantenimiento de la impresora. Si se hace a menudo, habrá que llevar un mantenimiento mucho más detallado.
Por ejemplo, tendremos que hacer habitualmente el proceso de limpieza (no una limpieza general, sino exhaustiva) y alineación de cabezales.
Esto podría parecer algo contraproducente: al fin y al cabo, la alineación de cabezales consume tinta y esto es precisamente lo que estamos evitando hacer para ahorrar. Teniendo en cuenta el ahorro conseguido al rellenar el cartucho, lo que gasta el alineado es despreciable.
El proceso de mantenimiento requiere de bastante tiempo y, dependiendo del modelo de impresora, puede hacer bastante ruido. Si no lo llevamos a cabo a menudo, la impresora se manchará por dentro y esto terminará afectando a nuestros documentos, además de poderse dañar algún tipo de componente interno.
Conviene tener mucho cuidado con esto.
7. Requiere de prueba y error hasta encontrar el procedimiento correcto
En la red podemos encontrar muchos recursos, tutoriales y videotutoriales que nos enseñarán a rellenar el cartucho de tinta. En el propio set de rellenado podremos encontrar instrucciones para saber cómo hacer el proceso, incluso hasta soporte para ponernos en contacto con el fabricante por si tenemos algún tipo de duda.
Sin embargo, el proceso no es demasiado intuitivo y depende mucho del tipo de cartucho con el que se está trabajando. Además, habrá que llevar un cuidado más específico para evitar que lo terminemos llenando todo de tinta.
Cuando hayas probado un par de veces no tendrás ningún problema, pero, mientras tanto, puede que lo manches todo.
Entonces… ¿Vale la pena rellenar los cartuchos?
Los cartuchos oficiales son la recomendación de la marca. La entidad nos da la garantía de que no tendremos problemas con ellos, pero, si los tenemos, podremos ponernos en contacto para exigir algún tipo de solución. Siempre que puedas, elígelos.
El problema viene cuando no tenemos el suficiente presupuesto para comprar cartuchos tan caros. La opción de imprimir en una copistería está bien para un documento suelto, pero terminará siendo cara si la usamos todos los días.
Rellenar cartuchos de tinta sale rentable siempre y cuando tengamos una impresora compatible con este tipo de cartucho, podamos encontrar la tinta con facilidad y tengamos algo de experiencia en este procedimiento (o tengamos tiempo para adquirirla).
También debes tener en cuenta que la calidad de impresión es la misma, siempre y cuando se trate de documentos sencillos. La cosa cambia cuando se trata de impresiones de alta calidad; en este caso, es mejor usar los cartuchos de máxima calidad de la marca, aunque te cueste un poco más.
Con este listado de las ventajas y desventajas de rellenar cartuchos de tinta podrás tomar la decisión de sí esta opción es para ti.
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