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3 Consejos para imprimir fotografías con calidad

Imprimir fotografías con calidad

Imprimir fotografías es ahora más fácil y rápido que nunca. Con el avance de la tecnología hemos dejado de ir a una tienda de fotografía para imprimirlas y tenerlas en físico, para un recuerdo, un regalo, un documento, etc. Hoy en día, tenemos todo lo necesario para que desde la comodidad de nuestra casa podamos tener esa impresión con una calidad profesional.

Hace unas décadas, la moda era imprimir todos los rollos de fotografía y tener álbumes de todos los eventos que nos habían pasado hasta entonces. Hoy en día, hacemos lo mismo en versión virtual. Todos esos recuerdos y capturas que no queremos dejar atrás, lo tenemos guardado en nuestra nube o en nuestro móvil. ¡Podríamos combinar lo mejor de lo antiguo, con lo actual!

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Podemos decorar una pared especial con esas capturas de paisajes que nos apasionan, o con una foto que tiene unos colores y contrastes increíbles, de la cual nos sentimos orgullosos.

Por eso ahora, las impresoras fotográficas vienen preparadas y hasta especiales para imprimir fotografías con calidad profesional, desde la casa. Y sino contamos con una de esas, podemos asistir a un centro de impresión, con nuestras imágenes guardadas en un USB. Para hacerlo, solo debes seguir algunos consejos y obtener la mejor impresión de todas esas fotografías maravillosas que seguro has tomado.

La parte complicada comienza cuando debemos conocer cuáles son los pixeles adecuados, el tamaño perfecto y los colores correctos para que nuestra imagen salga nítida y profesional.

En ocasiones, no tenemos esas medidas correctas y podemos salir recortados. La imagen saldrá pixelada, con los colores opacos (nada de lo que vemos en la pantalla de nuestro móvil), para ajustar el tamaño, recortan la parte que no deseamos y todo se convierte en un desastre.

Ahora te explicaremos que debes tener en cuenta cuando vas a tomar fotos que quieres imprimir luego:

Configura la cámara:

Gracias a los avances de la tecnología, tenemos móviles con cámaras de hasta 14MP, es por eso que debemos ajustarle la resolución a la máxima calidad para que los píxeles sean los adecuados. Así al imprimirlos no tendremos problemas con la nitidez y el tamaño.

Una fotografía con buena calidad tiene que tener entre 250 y 300 píxeles por pulgada, lo cual podemos conseguir con una cámara de hasta 3MP. Y esta se puede imprimir hasta de 13x17cm de tamaño.

Aunque este paso no tenga que ver directamente con la impresora o con el papel, es vital que tengamos una buena calidad en fotografía para que la impresión sea la que esperamos.

Otro paso que debes hacer es configurar el espacio de color en sRGB, allí podrás hacer las capturas de los momentos con los mejores colores que te ofrezca el espacio, así aprovecharás al máximo cada tono.

Configuración de color:

Esta es la parte más complicada incluso para los más profesionales. El color en cada dispositivo móvil o cámara es distinto en su configuración. Para los que somos aficionados, solo debemos activar el perfil de color ICC, así los colores no se opacarán al imprimirse. Este perfil se encarga de mantener los colores correctos desde el dispositivo hasta la impresión.

Cuando ya tengas capturadas tus fotografías y quieras editarlas o solo contemplarlas en el ordenador, tienes que estar seguro de que esté calibrado. No te confíes con esa configuración, ya que se desajustan los colores con el pasar del tiempo. También es sencillo hacer esto, suena complicado. Sin embargo, hay programas que calibran la pantalla de manera fácil y gratis; Quickgamma.

Conocimiento sobre imágenes:

Cuando decidimos asistir a un centro de impresión, o queremos configurar cada detalle de la imagen, no tenemos idea qué significa cada cosa que se nos presenta allí. Esos nombres nos pueden confundir un poco, comencemos:

Píxeles: es el grano de arena que completa los colores en la imagen, es un punto que llena todos los espacios. Cuando vemos imágenes píxeladas, podemos notar los cuadros pequeños que están en toda superficie, a eso le llamamos píxeles. También podemos saber la calidad de la imagen cuando le hacemos zoom y comienzan a aparecer esos cuadritos. Cada cuadrito o píxel es un color que complementa los demás para darle el tono que necesita en ese espacio.

Megapíxeles: Cada megapíxel contiene 1.048.576 píxeles, aunque solo se calculen como 1.000.000.

PPP: Es probable que veamos esas letras juntas y no tengamos ni idea de qué significan, para que no te quedes en el pasado, significan píxeles por pulgada, y en inglés se presentan como dpi, dots per inch. Esto es necesario para saber cuántos píxeles habrá en un espacio específico.

Mientras más píxeles haya, más calidad tendrá la imagen, ya que los cuadritos de píxeles están más llenos por cada espacio determinado. Mientras menos píxeles tengan, entonces la imagen no contará con la calidad correcta para que la impresión quede en óptimas condiciones.

  • Preparar la imagen para impresión: Para preparar la imagen debemos revisar distintas características de la misma.
  • Tamaño de la imagen: Chequea el número de píxeles de ancho y largo.
  • Resolución: Es donde aparecen el ppp, aunque salgan buenas impresiones entre 150 o 200, una excelente imagen será de 300ppp.
  • Archivo: Cuando termines de editar tu imagen, asegúrate de guardarla en formato JPG, ya que si está en RAW, no lo reconocerá la impresora.
  • Relación de aspecto: Es probable que en la impresión salgan esos bordes blancos o que no se encuadre la imagen y salga recortada. Es por eso que hay que utilizar el formato de 4:3, para adaptarlo a lo cuadrado de la pantalla. Mientras que el formato en el que se imprime es 3:2, entonces hay que hacerle vista previa con los dos formatos para asegurarnos de tener el encuadre perfecto.
  • Tamaño de la impresión: Depende de lo que te ofrezca tu impresora, el más común es 10×15, también está 13×18, 15×21, 20×25, 25×30. Todo tendrá que ver con el valor ppp que tenga la imagen. Como ya te dijimos con un valor de 300ppp, estará lista para imprimir.
  • Tipo de papel que se utiliza: En primer lugar, debes leer las instrucciones de tu impresora para saber qué papel utilizar en una impresión fotográfica. Sin embargo, existen varios tipos que debes conocer para asignarlo a la fotografía indicada.

Es normal pedir papel de fotografía en una tienda, pero existen dos tipos de este:

  • Mate: Es ese papel de textura más gruesa pero sin brillo, como el de las fotografías comunes. Este es especial para las fotografías en blanco y negro.
  • Brillante: Se calcula el tono del brillo según el blanco, desde el 1 (el más opaco), hasta el 100 (el más brillante). Para las fotografías a color, el papel brillante es especial, se debe escoger entre el 90 y el 100, para que sea la mejor calidad de papel.

No ahorrar en tintas al imprimir: La impresión de las impresoras de los últimos años es bastante parecida a una foto impresa por una agencia profesional. Lo que debemos asegurarnos es que la calidad de la impresión sea la más alta. Para otorgarle la mejor calidad. También, el papel debe ser compatible con la impresora para que esta sepa cómo distribuir su tinta de la mejor manera y obtener los mejores resultados.

Al colocar el papel en la impresora, debes asegurarte de que está del lado correcto, así no desperdiciaremos papel. Además, intenta no tocar el lado por el que se imprime, para no crearle manchas.

  • Haz pruebas para imprimir: No tienes que gastar papel fotográfico, puedes hacerlo con un papel normal y en formato de borrador. Mientras que dejas la resolución alta para el papel profesional.
  • No toques tus fotos al imprimir: Aunque estas tintas sean de secado rápido en condiciones normales, en papel fotográfico se toma un poco más. Déjalas secar un par de horas para que su calidad se mantenga intacta por mucho tiempo. La humedad y la luz se van consumiendo los colores poco a poco, por eso es importante que se seque correctamente.

¿Dónde editar las imágenes en mi ordenador?

Seguramente, tienes un editor de imágenes en tu ordenador, allí puedes hacerle las mejoras que sean necesarias y allí puedes conocer el tamaño de la imagen para saber cómo imprimirla y que quede de la mejor calidad.

En Photoshop, puedes encontrar image size, allí puedes verificar todo lo que se necesita para la impresión: píxeles, resolución, tamaño del documento, etc.

No tienes una impresora fotográfica

Si no tienes una impresora fotográfica, no te preocupes, aún puedes obtener buenos resultados con una impresora de inyección de tinta común, siempre y cuando elijas bien los cartuchos de tinta. Lo más recomendable es que uses cartuchos originales o compatibles de buena calidad como los que vendemos en QueCartucho.es, que te garanticen una tinta adecuada para la impresión fotográfica. Evita los cartuchos reciclados o rellenados sin marca, que pueden dar una calidad inferior.

Otro aspecto importante es la configuración de la impresora. Antes de imprimir tus fotos, debes ajustar algunos parámetros para optimizar la calidad de la impresión. Estos son algunos de los más relevantes:

  • El modo de impresión: selecciona el modo fotográfico o el de mayor calidad que te ofrezca tu impresora. Esto hará que la impresora use más tinta y más pasadas para lograr una mayor definición y nitidez en las imágenes.
  • El tipo de papel: elige un papel fotográfico adecuado para tu impresora y para el tipo de foto que quieres imprimir. El papel fotográfico tiene una superficie especial que absorbe mejor la tinta y resalta los colores y los contrastes. Hay diferentes tipos de papel fotográfico según el gramaje, el brillo, el acabado y el tamaño. Consulta el manual de tu impresora para saber qué tipo de papel es compatible y cómo colocarlo correctamente en la bandeja.
  • El perfil de color: el perfil de color es un conjunto de datos que indica cómo se deben interpretar los colores en la pantalla y en la impresora. Para que los colores se vean lo más parecidos posible a la realidad, debes usar el mismo perfil de color en ambos dispositivos. Lo más habitual es usar el perfil sRGB, que es el más común y el más compatible con las cámaras digitales y las impresoras. Puedes configurar el perfil de color en las opciones de impresión o en el programa que uses para editar tus fotos.
  • La resolución: la resolución es la cantidad de píxeles o puntos por pulgada (ppp) que tiene una imagen. Cuanto mayor sea la resolución, mayor será la calidad y el detalle de la imagen. Para imprimir fotos con alta calidad se recomienda usar una resolución de entre 250 y 300 ppp (dots per inch, en inglés). Puedes comprobar y modificar la resolución de tus fotos con un programa de edición como Photoshop o Gimp.

Siguiendo estos consejos podrás imprimir fotos de calidad alta usando una impresora de inyección de tinta. Recuerda también limpiar y mantener tu impresora en buen estado, y guardar tus fotos en un lugar seco y protegido de la luz directa del sol. Así podrás disfrutar de tus recuerdos por mucho tiempo.

Esperemos que estos consejos sean de utilidad para que imprimas tus fotografías como todo un profesional, y mantengas esos recuerdos por muchos años más.

Manuel Garrido
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